Absolutamente conmovedor. La gente se apropió del micrófono, y poco a poco se fueron olvidando de nosotros y se fueron sumergiendo en una dinámica de recuerdo y reconocimiento de lo propio. No todos se atrevieron a participar, pero los que estuvieron, hasta el final se quedaron, escuchando y conversando.
Fran, entre prevenido y colaborador en un principio, resultó fuertemente emocionado al final – nos fue muy bien – decía – la gente respondió bien.
Tal vez se fueron más enamorados de su barrio y de sí mismos, o simplemente los sacamos de la rutina por un rato – como nos decía Blanca.
El impacto en la gente de las urbanizaciones vecinas lo desconocemos. Sabemos que algunos curiosos se asomaron. Sabemos que entregamos 200 volantes que les ponían a pensar en la gente del barrio. No sabemos más. Fue más que un acto reflexivo y critico.
Fran, entre prevenido y colaborador en un principio, resultó fuertemente emocionado al final – nos fue muy bien – decía – la gente respondió bien.
Tal vez se fueron más enamorados de su barrio y de sí mismos, o simplemente los sacamos de la rutina por un rato – como nos decía Blanca.
El impacto en la gente de las urbanizaciones vecinas lo desconocemos. Sabemos que algunos curiosos se asomaron. Sabemos que entregamos 200 volantes que les ponían a pensar en la gente del barrio. No sabemos más. Fue más que un acto reflexivo y critico.
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