lunes, 7 de mayo de 2007
viernes, 4 de mayo de 2007
El Gran Impacto
Fran, entre prevenido y colaborador en un principio, resultó fuertemente emocionado al final – nos fue muy bien – decía – la gente respondió bien.
Tal vez se fueron más enamorados de su barrio y de sí mismos, o simplemente los sacamos de la rutina por un rato – como nos decía Blanca.
El impacto en la gente de las urbanizaciones vecinas lo desconocemos. Sabemos que algunos curiosos se asomaron. Sabemos que entregamos 200 volantes que les ponían a pensar en la gente del barrio. No sabemos más. Fue más que un acto reflexivo y critico.
El Gran Evento
Mauricio, Adriana y Camilo en las cámaras fijas. Isabel y Melissa en cámaras móviles. Tere bailando flamenco (en la zarzuela, lástima que no pudo estar).
Poco a poco se fue rompiendo el hielo. Empezó Luz Marina, presidenta de la acción comunal. Le fueron siguiendo niños, ancianas, niñas mayores. Se cantó, se recitó, se mandaron saludos, se bailó y se contaron historias de antaño y anécdotas simpáticas. Cuando ya íbamos a cerrar la jornada, apareció Doña María, una anciana de más de 90 años que no se atrevía a hablar, rechazaba el micrófono con una palmada, alegando que le dolía la garganta. Se aferraba fuertemente a la mano de Melissa. Por fin comenzó a hablar cuando uno de sus nietos se arrimó y decidió él mismo entrevistarla. Algo completamente conmovedor.
Luego de tres rones, también se animó a participar Iván, el experto en globos – es que yo le temo mucho a hablar en público y me animé porque ya casi todos los que quedan son niños (…) es que a mi me da mucha pena que mis dientes son feos – tomó el micrófono y no luego fue difícil que parara de hablar de sus globos. Solo la lluvia y la ayuda de su entrevistador (Fran) lograron detenerlo. Lo que estimamos que duraría 40 minutos duró una hora y cuarto. Asistieron unas 70 personas. Algunos vecinos del edificio, curiosos se asomaban, mientras tanto los televisores lo hacían evidente, al ser capturados infraganti por las cámaras.
Todo el espacio se construyó con recursos facilitados por la gente del barrio (menos las lonas que pintamos – agradecemos a Colorlíquido – y las cámaras, que algunas las aportamos nosotros – agradecemos a Teleantioquia por acompañarnos).
Los equipos utilizados fueron:
Equipo de sonido de Fran, compuesto por dos bafles dobles, dos tweters, un amplificador, una consola, un ecualizador y un DVD.
Dos micrófonos (solo utilizamos uno). Uno de Fran y otro de la acción comunal.
Televisores de Clemira, Blanca y Consuelo.
Telones de fondo y lateral. Pintados por Adriana, Melissa, Tere y Mauro, decorados por los niños.
Mesa de hacer las empanadas en la tienda.
Mesa de Consuelo.
Balcones de Clemira y Consuelo.
Cámaras de Tere, Melissa y Jose, conectadas a los televisores. Sostenidas sobre trípodes de Tere y Jose.
Corneta de la bici de Jose.
La Problematica
Entre la loma de los González y la loma de los Parra, a la altura de la transversal inferior se presenta una situación única de convivencia sin contacto.
A un lado del muro (de adentro) se encuentran los habitantes de los conjuntos cerrados. Habitantes que no llevan más de 20 años en la zona. Gente algo independiente, algo indiferente, bastante acomodada. Desconocen casi por completo a los habitantes del barrio -como los llaman- y su historia.
Al otro lado (afuera) están los de siempre, los González y vecinos, los culpables, que la loma se llame así. Habitantes de más de 200 años - subíamos el mercado al hombro desde la avenida el Poblado, cuando solo pasaban escaleras por allí - nos dice Juan Rafael. Son portadores de una memoria viva, ligada completamente a su territorio. Saben perfectamente que la existencia de su barrio peligra, por lo que deben mantenerse unidos. Y lo logran, son una comunidad.
Rompiendo Las Barreras Imaginarias: El Chispero vs. El Poblado
Denominan el chispero a una zona del barrio donde se concentran varios equipos de sonido poderosos (baffles de casi 2m), los cuales usan los jóvenes más rebeldes para poner ese “tran” tan repetitivo – en lugar de poner un porro bien sabroso, con una letra bien sentida que lo haga a uno como sentirse bailando y que lo haga dormir – nos dice Beatriz.
Para los vecinos del barrio como para los de los conjuntos cerrados, el chispero es sinónimo de discordia e incomodidad.
Precisamente es nuestra intención que el chispero se convierta en punto de encuentro entre estos dos grupos sociales tan distantes. Queremos hacer un chispero que congregue, que cause comunidad. Se realizó el jueves 3 de mayo, a las 8pm.
LA ESTRATEGIA
Visitando casa por casa a la gente del barrio, hicimos convocatoria entregándoles una invitación sencilla y sugestiva, contándoles de manera informal lo que sucedería el jueves en la noche. En los conjuntos cerrados cercanos, se entregó un volante que busca generar expectativa frente al evento. 400 invitaciones, 200 volantes.
Como lugar de encuentro se seleccionó El Patio, esquina de activa vida social y próxima a dos conjuntos cerrados, cuenta la gente que era su epicentro antes de tener La Sede Social. Durante la tarde del jueves se hizo el montaje, apoyados por algunos adultos y niños del vecindario. Los primeros colaboraron con muebles, espacios y equipos. Los pequeños hermosearon el espacio, decorando los telones de fondo.
El objetivo es que la gente del barrio se reafirme en su valor como comunidad y se sienta rica, aventajada, respecto a la gente de los conjuntos cerrados, con capacidad de enseñarles al respecto. Esto se buscamos invitando a que la gente del barrio hable de su vida cotidiana, de sus anécdotas e historias, reafirmando al tiempo su memoria colectiva.
El Patio.....
Los González se quedan...
Jesus Enrique Montoya Gonzáles, el señor de los 94 años...
Los dos sectores en evidencia...
Los dos sectores en evidencia...
El lavadero de Carros...
A la vaca le respetan su espacio ok...
Todo nació por los González...
La Preconcepción: Como cualquiera pensaría antes de ir a...
El poblado huele a asfalto aséptico, a sabanas limpiecitas y a artificios deseados.
El chispero
El chispero no huele a ambientador ni a carolina Herrera, el chispero huele a sudor y empanada.